Una de las experiencias más importantes dentro el campo de la educación productiva, se encuentra la desarrollada allá por los años 1931 a 1940 en la localidad de Warisata, municipio indígena de origen aymara.
La escuela de Warisata se convierte en un verdadero símbolo de la educación a nivel mundial, porque a sido capaz de conjuncionar dos visiones contradictorias, como son la del Profesor Elizardo Pérez, formado bajo los enfoques europeos dominantes en la época, y la del Dirigente comunario Avelino Siñani, formado y guiado en su actuar por la Cosmovisión andina. Pero cabe preguntarse ¿cómo dos visiones diferentes de la educación logran formar una escuela modelo? y la respuesta la encontramos en el Principio aymara de la complementariedad de los opuestos, que no significa superponer una posición frente a la otra, sino, utilizar algo de cada una de ellas, respetando y valorando la otra.
En esta escuela se impartía contenidos curriculares completamente contextualizados y al margen de los contenidos establecidos por el Ministrio de Educación de la época. Estos contenidos tienen una vinculación directa con las prácticas desarrolladas en los talleres y espacios agropecuarios.
Es decir, la escuela de Warisata ha sido capaz de enlazar la teoría y la práctica en un marco de respeto a la naturaleza.
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